Caldo de cultivo

25.4.05

Ouija

Ahora vi una Ouija en Soriana.

¿Deberé de comprarla si solo cuesta 79 pesos? Qué intriga...


Por cierto, me encontré 20 pesos en un pantalón ^^

24.4.05

La sirenita

Creo que fué el Martes cuando vi de nuevo la sirenita rojiazul.

Yo sabía. Cuando me levanté ese día, el agua fría y escasa anunció un pésimo día: el examen fue difícil, me agarré a palabras con el Mercados, se reventó la cuerda de mi guitarra antes de la serenata y fue cuando venía regresando a casa, que me atacaron dos veces los parásitos de la ley.

Es penosa la burocracia.

La primera vez me pararon por una vuelta a la izquierda donde no debía de hacerse (insisto que el letrero que lo prohibía no lo aclaraba). Sí me multaron, así que cambié rumbo hacia la Comandancia (es verídico que uno puede pagar sus multas a las 2.00 de la mañana y nunca hay fila).

La segunda vez me pararon por imbéciles (quince minutos después de la primera vez).
Me paré y atrás la patrulla. Saqué la mano agitando la multa que recién me acababa de ganar:

Chotín: (Entre risas) "¿A ver, ¿por qué te pararon?"
Calvin: "Di vuelta donde no debía"
Chotín: (Fingiendo profesionalismo) "...ah... ¿Y que están haciendo?"
Calvin: (Con estúpida obviedad) "Manejando... voy a pagar la multa"
Chotín: (Mirando la multa) "..."
Calvin: (Con prisa) "...entonces ¿por qué me está parando?"
Chotín: "Venías muy rápido, ¿que no?"
Calvin: (Harto de un mal día) "¡Jajaja! ¡Me acaban de parar oficial, lo vi a usted desde lejos y estuve pendiente de no pasar ni de cincuenta! ¿Cómo cree que voy a andar en exceso orita?"
Chotín: (Necio como mula) "Están tomando, ¿no?"
Calvin: (¬¬) "Traemos una guitarra, la mochila de la escuela y voy a pagar una multa... ¿Parece que estamos tomando?"
Chotín: (Protocolizando) "A ver tu licencia"
Calvin: (Sin cooperar y apresurado) "No no, ¿por qué me está parando?"
Chotín: (Pensando) "...(¿qué más digo?)..."
Calvin: (Pensando) "...(¿qué más me vas a decir?)..."
Chotín: (Sin más remedio) "Váyanse con cuidado pues"

(No mames...)

Reitero de nuevo: Es penosa la burocracia.

Llego a la comandancia a Barandilla para pagar mi multa. Un señor de edad atendía sin levantar la mirada. Le pasé la multa mientras sacaba mi cartera, pero el señor me recordó que faltaba mi tarjeta de circulación, así que volví al carro por ella.

El saldo resultante de la multa había sido de veintitrés pesos.

Le di un billete de cincuenta: "No tengo cambio" -dice el fabuloso inútil. Saqué entonces un billete de veinte y una moneda de un peso que traía en la bolsa. "Oye Matute, ¿no tienes dos pesos? es que ya no traigo más feriecita" -le pregunté a quién me acompañaba, pero tampoco traía nada.

Fui con un oficial que atendía la ventanilla contigua, pero dijo que tampoco tenía nada. "Oiga señor, ¿no me puede perdonar los dos pesos? es que sinceramente no traigo la feria exacta" -le sugerí con toda la amabilidad posible que pudiera conseguir un favor.

"No. Vuelve otro día" -contestó el sujeto. "¡Señor! ¡No me haga volver hasta acá solamente por dos pesos!"

No siquiera se inmutó, así que volví al carro a buscar algunas monedas; solo encontré una pluma y diez centavos que con un desprecio asqueroso le puse en el mostrador, al lado de la ridícula multa de veintitrés pesos.

"Vuelve otro mañana" (y esa fue la frase que detonó un "...UTA MADRE! ¡No mames!")

Al lado estaba un sujeto que se tallaba los ojos con sueño. Le pedí dos pesos: "Es tu día de suerte" -me dijo dándome el par de monedas salvadoras de la inquisidora e irracional burocracia.

Tomé mi pluma y mis diez centavos y le dejé el resto y me retiré, no sin antes despedirme:

"¡¡Pinche burocracia vale ver....!!" (Gracias, que tenga un buen día).

...y me fui más tranquilo. ^^

Problemas

Tuve problemas serios con este blog que no ha querido publicar ningún post.

Paciencia que esto es una mierda.

20.4.05

Un week-end en Nueva York

"Ya en las salas del museo empiezo despacito, pero después paso como un chiflido para ya estar libre. ¡Ya cumplí! Ya puedo comentar con los del grupo. Además, como siempre, te encuentras a alguien conocido. Sobre todo en los restaurantes, cuando llegas con shopping bags de boutiques buenas. Te instalas. Junto a ti, pones tu bolsa de Christofle, tu paquetito de Hermés y otra bolsa de Weston. Así, como si nada. Como si eso lo hicieras todos los días de las semanas de cada año. ¡Ay, cómo me encanta comprar caro!

Se me hace muy chistoso que el mesero, que se ve a leguas que es mexicano, sin embargo nos hable en inglés. Luego va y le pasa la orden obviamente en español a otro, también mexicano. Pero ambos, él y nosotros, seguimos la farsa y nos negamos a reconocernos. No sé ya quien esnobea a quién.

Al día siguiente me pongo un supertraje de los que me compré en Europa para ir a Saks, porque quiero que me vean superelegante. Siempre que paso por la catedral de Saint Patrick me dan ganas de ir a ver a la Virgen de Guadalupe que dicen que está allí. Pero me da pena. ¿Qué tal si me encuentro a alguien conocido? Y yo como mensa pidiendo perdón por mis pecados y por ser tan consumista, ¿no? Ay, no ¡qué oso! Bueno, la verdad es que preferiría venirla a ver aquí que a la Basílica. Allí sí de plano no me dan ganas de confundirme con toda esa chusma. ¿En qué idioma se le rezará aquí a la Virgen? Chance un día me animo y voy.

Y así sigue el viaje en pura ficción. Más comida de lujo, y más compras de lujo, y más horas en el hotel de lujo, etc. Y yo, gaste y gaste; come y come; compre y compre; y todo para poder decir y contar y comparar.Yo no sé qué harían los gringos si no hubiera mexicanas como yo; ni qué haría Ralph Lauren sin mí. Y el concierge, y el doorman sin mis propinas millonarias... Total que ya me quiero regresar porque ya ni me cabe lo que compré en las maletas y ya como que me cayó mal tanto salmón, y tantos waffles y tanta champaña... Y además, ya me urge ir a estrenar todo. Y total, ya no sé si disfruto el viaje porque cumplo (con los cánones sociales) o porque de veras me gusta pasear. O si lo que me gusta es decir que paseé... o si me gusta viajar porque regreso.

Francamente, sale muy caro para ni siquiera saber por qué lo hago. ¡Qué bárbara! Pero, pues hay que ir, ¿no? Sino, ¿qué van a decir mis amigas?"
-- "Compro, luego existo". Guadalupe Loaeza, 1992. --

16.4.05

Cerrado

Terminó la presión del Taller. Sacamos los gastos. La gente estuvo satisfecha...

Definitivamente me embriagaré ahora.





...se logró (3:27 am, 17 de Abril)

14.4.05

La ví prendida y pasé

Sí, bien lo sé que llego a ser necio e insistente. Llego a ser también mimado, pues me gustan las manos sobre la espalda y los "quédate más tiempo" me matan de felicidad.

Y mira que soy un hombre económico que con sonrisas y un beso esporádico se mantiene contento. Lo sabemos tan bien que si yo fuera tú, mantendría a este hombre atado a tí a base de coquetería.

No puedes negar, tampoco, que soy fácil y barato. Pero no hago más mención de esto, porque son cuestiones que se aclaran piel contra piel; tu espalda, tu vientre y tu cuello lo saben muy bien, pregúntales.

De hecho, me impresiona mi necedad de seguir en esta oscilación constante que arrastra mis piernitas y bracitos de trapo a donde quiera que me lleve tu humor; a lo mejor es que se me quedó atorado un trocito de tela entre tus dedos.

Ha de ser tu olor . Ha de ser tu intermitencia constante. Pudiera ser también la sala de tu casa o hasta ese pudor que te invade a veces. Probablemente tus ausencias o tu mirada quebradiza. A lo mejor sigo atado a las siluetas de las cortinas. Quizás es un capricho necio que se olvida en el desayuno...

(...pero ahí sigo con manos y piernas de trapo)

En fin, solo pasaba a saludarte.

11.4.05

Interesante...

Ahora precisamente me encontraba buscando fotos de este lechito tan fabuloso del Coffee & TV de Blur y me encontré con la presunta lista de los cincuenta mejores videos por siempre y para siempre (no han visto la Señora Aguayo live version).

Pero bueno, aquí está pa' que le juzguen:

http://www.geocities.com/thealphatown/Music/Best/vid5.html



Por cierto, de nuevo me estoy saturando. Llegan los momentos en que me siento hasta la madre de los deberes y las responsabilidades.

Quiero escaparme un poquito a sonreir sin prisa.

Quiero enfundarme en mis boxers amarillos, arrellanarme en el sillón de la tele y ver tres películas de un tiro, mientras me atasco una Double Decker de Champiñones (mi eterno deseo es que inventen una pizza cuyo último pedazo esté igual de calientito y delicioso que el primero). Quiero pegar un brinco a la alberca del Arta y dormir cuatro horas sobre la toalla y bajo el sol, arrullado en la tranquilidad de Sigur-Ros y Mogwai. Quiero beber dos litros de Coca para torcerme de la risa con el dúo R2-Rk y la mini-mujer al escapárseme eructo ronco y hercúleo. Tal vez después oscurezca y, acompañado, me deje engullir por el sopor de un licor dulce y suave, sobre una silla de playa, bajo la noche, susurrándole que soy infinitamente feliz...

He dicho.

9.4.05

Los favores de la desesperación

Me gustan las hamburguesadas porque tras la espera de muchas horas una hamburguesa seca, barata y desabrida puede saber a gloria.

Como que me vuelvo más barato y menos exquisito. Que delicia ^^

Uno se siente enervantemente estúpido

...cuando quieres prender el carro y está completamente descargado, para después darse cuenta que inteligentemente dejaste las luces prendidas. Ya un par de veces me sucedió, por eso lo afirmo con vehemencia.

Ayer, precisamente, se encontraba otro candidato a sentir el amargo sabor de la estupidez: un Tsuru blanco, con la luces elegantemente prendidas, estaba estacionado a algunos lugares cerca de mí.

La Cristina, con sus mañas aprendidas en el bajo y oscuro mundo, me demostró que sí se puede abrir un Tsuru las llaves de otro (yo obviamente me aterré; mi Tsurito tan indefenso ante tanto malandrín). Apagamos las luces del carro, pero no había nada más que hacer para poder pasarle corriente, pues lo único que podíamos hacer era abrir el cofre, mas no prenderlo (si me equivoco y se puede pasar corriente sin que el carro en necesidad tenga que ser prendido, avísenme para azotarme por tarado).

Entre la evidente pereza que me daba ir a buscar al dueño y la tentadora curiosidad que me incitaba a probar azarosamente la honestidad de la gente, decidí dejarle un mensaje en el volante de su carro:

"Hola, dejaste las luces prendidas de tu carro, por lo que tu carro posiblemente no arranque cuando quieras irte. La puerta estaba sin seguro..." -sí, mentí un poco para conservar la aparente decencia- "... así que lo abrí y decidí apagarlas. De igual manera te dejo aquí mis cables para pasar corriente. Cuídalos. Soy Xxxxxxxx Xxxxxxx y éste es mi teléfono 6621-xxxxxx. Repórtate para que vayas a dejarme los cables a la casa. Suerte."

Dieron más de la diez de la noche y nunca recibí llamada alguna. Aparte de defraudado, me sentí pendejo; me imaginaba la cara de ganador de este sujeto, huyendo en su carro mientras se reía con gozo por sus cables nuevecitos y mi esperanza tan ingenua en la bondad de la gente.

Me fuí a la cama -solo- como a las 2.30 de la mañana. Ninguna llamada todavía.




Pero desperté con un mensaje en mi teléfono: "Hola, soy Arturo de Jesús Hernández. Gracias por el detalle, aquí tengo tus cables y me comunicaré más tarde para ir a dejártelos"

Todavía se puede confiar. Gracias.



*Nótese el claro plagio de estilo de post al principio. Saludos Falaz ^^

7.4.05

Seis de Abril

-¡Puta madre! ¡Me pegué en la pierna! ...Shhh!! Creo que ya viene.

-Atásquense en la cocina ¡ya!

(Se oyeron golpes, tacones y las risas que se apagaron de inmediato en la oscuridad. Era la tercera vez que yo avisaba y no era él)

-¡YA, YA! ¡Ahora sí viene!

(Ahora sí vi el Chevy azul marino estacionado en la puerta; todos corrieron y la Lola gritó mientras la Yeyi solo se reía)

-...

(El silencio gutural me crispó los nervios. Todos esperábamos oir el timbre, mientras la respiración se nos quedaba en suspenso)

-¡Que rollo Arta! No te había felicitado... *abrazo* ¡Uts! verás, los chilaquiles que te hice están de nomams. Tu nada más esperate a que los pruebes güe.

(...abrí lentamente la puerta de la cocina donde todos se hacinaban como judios sudorosos; el reflejo de la ventana no dejaba mirar adentro, pero se sentía ese grito latente a punto de estallar en cuanto este sujeto con lentes de cuadrito entrara a la cocina...)

-Ven verás...

(...Abrí completamente la puerta de la cocina...)

¡Chilaquiles! -¡Gritaron todos!


....


Los abrazos dieron pie a la música, los bailes con gorritos, la piñata, el pastel y el Arta sonriente.

¡Qué buena fiesta!

...yo terminé borracho y riéndome riquísimo como hace mucho no sucedía. ^^