Caldo de cultivo

30.10.05

Reflexiones nocturnas

Me emputa que las cajas de corn flakes no se acaben por raciones exactas. Siempre queda algo en la caja castrantemente insuficiente para un plato completo, pero suficiente como para no tirarlo y tener que servírtelo.

Luego te toca la tierrita y la leche se pone pastosa y con grumitos, o rocosa si es más áspero el cereal. El chiste es la pura leche con el saborcito.

En fin, si pudiera ser un animal, sería vaca y me automamaría.

27.10.05

Pasa y pasa mucho.

Una miradita:

http://www.strasbourgcurieux.com/fourrure/spanish.php


No hay de otra. Sí pasa.

26.10.05

La mala educación

Eventos como este quitan la esperanza. Realzan el nombre de las imposibilidades que nunca se vencerán, dando luz a una cadena infinita de cinismo, vulgaridades y hurtos tan predecible como la gravedad.

Nos gusta taparnos los ojos y decir que todo es recto, porque nos da miedo comprometernos a la verdad; bien es cierto que cuando uno se compromete con lo recto y verdadero, es señalado. De ahí entonces que el protocolo social nos diga "es de mala educación señalar".

Después en voz baja, entre los nuestros, comenzamos a hablar de las ilegalidades y sentimos ese fervor ardiente. Elevamos la voz y hasta gritamos por defender la pulcritud; por darles nombre a los muertos que fueron callados; por armarnos de valentía. Pero al fin y al cabo estamos hablando solamente entre nosotros, pues todavía nos sigue dando miedo.

"A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre"

-- Pío Baroja --

24.10.05

El nombre del hombre

Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.

-- Antonio Machado --

22.10.05

Perene

De no ser por el viento, el otoño sería silencioso.

A un costado, bajo el brazo y junto al corazón, queda espacio de sobra.

12.10.05

Dicen

...Que en Culiacán es donde hay más Hummers per cápita que en cualquier otra ciudad del mundo (No me consta)

...Que en Culiacán ronda un Hummer limosina, que no tuve chance de ver (Cierto. Buenas fuentes dicen que constantemente sale a la calle).

...Que las mejores alitas las venden en el Tanaka's de Culiacán (Mentira... Están malas y dan diarrea).

...Que Culiacán está lleno de narcos por todas partes (Falso. Si llegué a ver gente normal).

...Que la mejor sopa de tortilla se vende en un restaurante nocturno en Obregón (Y ciertamente estaba deliciosa en extremo, aunque se duda que sea la mejor).

...Que entre menos gente viaje en camión es más cómodo (Gran mentira. La incomidad de un camión barato y corriente no mejora entre más vacío esté).

6.10.05

Los causales y los comensales

Resulta que no fué que a la abuela se le quebró la cadera porque se cayó. Fué que se le quebró la cadera y por eso se cayó.

A esto se le llamó el Efecto Cadera alguna vez.

Reflujo

Hasta ahora nunca tuvimos la oportunidad; pudiera ser, pero es dificil.

Ciertamente nos hemos negado, pero lo sabemos. Es algo que se siente y no se aleja. Flota como nube que vacila entre estampar una tormenta o abandonar los campos de maíz.

Después vienen los arrepentimientos y uno pide perdón a manera de regresar el tiempo. Pero lo roto ha volado en partes a manos del viento.

Seguramente nunca tuvo la culpa, probablemente yo tampoco. Pero innegablemente las circunstancias dejaron una insaciable necesidad de despedida siempre que me voy. No puedo largarme sin dejar itinerario de donde estaré.

Quizás ha de ser cuestión de tomar las armas y andar el camino en silencio, borrando huellas tras de mí.

Pero bien, hoy acepto que me da terror que me coma el olvido.

Mañana me voy a Culiacán a hacer música. Veremos que pasa ...( y dejo huellas de nuevo)...

2.10.05

Aquellas pequeñas cosas

Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia, pero su tren vendió boletos de ida y vuelta. Son aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón.

Como un ladrón te acechan detrás de la puerta. Te tienen tan a su merced como hojas muertas que el viento arrastra allá o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve.

-- J.M. Serrat --