Ileso

Martes, 18 de Marzo. Llegué a Hermosillo a medio día y choqué esa misma noche, sin aviso ni sospecha:

Fue más o menos como lo muestro arriba, solo que, al pasarse el alto, la alcoholizada señora de cuarenta y nueve años me golpeó un poco más sobre el cofre del lado del conductor y no en la puerta del lado del copiloto; en fin, da la idea.

Después, golpeé contra un poste y terminé sobre la banqueta de Veracruz y Monteverde. Salí por la ventana del auto, ileso hasta hoy.

Segundos más, segundos menos, un poco más rápido o haberme apresurado al salir, hicieron la diferencia entre quedar vegetal y estar intacto.

Ayer determinaron que en efecto sí es pérdida total del carro.

Qué rapidito nos pueden quitar la vida.

Yo no lo dije

Y hablando de Dios, hoy por la mañana fue uno de esos dias en que se te pega una cadena de idea en la cabeza, la cual iba mas o menos así:

Dios no existe. Me lo grita la razón. Existimos nosotros como generadores de bondad o maldad. Lo que si existe es el concepto de Dios y religión los cuales usamos para acercarnos o separarnos de los demás. Estamos solos y aceptarlo equivale a asomarse a un vacio gigantesco y oscuro o levantar una pesada lapida y cegarnos por la luz. Nada nos protege, solo nuestra capacidad de adaptacion al entorno y a los demás. Es algo similar a la decepción de saber que papá y mamá se van y que no habrá alguien que sustituya sus cuidados. Madurar es aceptarlo y valorar que los tuvimos. La creencia en Dios sustituye esta condición. Habrá quienes nunca tuvieron padre y madre y no conocieron su amor. Pero, ¿para que pelear con los demás por estas razones?. ¿Para que aislarse empeñándose en que esto que ahora digo es la verdad?. Solo te hace mejor tu capacidad de evitar quedarte solo. Tu capacidad de aportar algo a lo que te fue heredado. Creer incluye todo.

....y me dije órale, amaneciste bien ateo.