Caldo de cultivo

23.8.05

Paquito

"I'm getting tired..."

...y luego preguntan por qué uno se vuelve impaciente.

Paquita ha de tener sus razones para cantar con tanto rencor; ha de ser cierta tanta diferencia genérica.



Ciertamente...
"I'm getting tired of starting again somewhere new..."

19.8.05

La concha de uno

A uno las desventuras le labran la concha. Y ya dentro, hay que asomarse con cuidado.

Sólo se sale por víveres y posiblemente a echar una mirada a ver qué cara tiene el Sol; no sea que vaya a amanecer malhumorado y quiera venir a echarnos la lumbre. En dicho caso, y también en el contrario, habrá que volver rápidamente a la concha.

Con cada asomo te aseguro que la concha se volverá más una muralla y menos una morada. Y ya dentro, hay que cuidarse de no dejar entrar la humedad y el viento, pues no sea que traigan la epidemia del desamor.

A uno el mal tiempo le labra la concha. Y ya dentro, amor, te juro que es dificilísimo querer sin mirar atrás.


Si yo no me acordara, probablemente sería más fácil...

10.8.05

Legalmente hombre

Acabo de recibir una fascinante serenata.

¡Qué éxito mi cumpleaños!

...Y va empezando ^^


Gracias... Gracias... Gracias...

8.8.05

Rutina

Vuelve la rutina de nuevo.

Quiero irme de viaje...


Por cierto, ¿qué tan real es que las Tortas ahogadas Don Juan están buenérrimas? Tengo demasiadas ganas de una.

1.8.05

Cosmología

"Mi teoría es que nos llamamos unos a otros porque estamos hechos de lo mismo" -L.G.

La vida en la playa

De escribir un libro, probablemente se llamaría "la vida en la playa". Hablaría de geometría, de paralelismos entre mares de arena y sal.

Hablaría de termodinámica, del calor como sustancia meramente femenina conjugada en la poesía, pues fuera de este contexto sería considerado arcaísmo o vulgarismo.

Hablaría de dialéctica, de posturas encontradas dispuestas a la lógica, a la ineludible verdad de una espalda cierta por existente, mas fatua por fantástica.

Hablaría de astronomía, sobre la gravedad de la locura, de la interacción química de los cuerpos lejanos y la plenitud en infinita y constante expansión.

Hablaría de derecho, de las facultades y exigencias que tácita y silenciosamente se entregan a golpe de viento y noches quietas, de roces frágiles, de aquella mirada víctima y palpitante vacilando entre lo justo o lo razonable.

Sin más, hablaría de la sonrisa y ya.