Caldo de cultivo

24.7.05

Conocí un Emiliano

No me acuerdo cómo se llama el restaurante de comida china; nunca me acuerdo. Solo es "el que está cerca de la casa del Arta". Se come barato y abundante.

Ahí conocí a un niño que se llama Emiliano. Tiene cinco años, le gusta el fútbol, el hombre-araña y se rie mucho mientras platica.

No recuerdo haber conocido, así, a nadie que tuviera mi nombre. Fué algo rarísimo llamarle (llamarme)...

Me veía yo, en él, inocente y divertido, como antes de descubrirme en el mundo. Y ese niño fue yo, infante de nuevo por unos momentos; y yo, fuí mi padre revolviéndome el cabello sobre la sonrisa límpida y unos ojos que no tuvieran otro máximo que ese hombre (mi ) de bigote, invencible e inacabable.

Y yo entonces todavía no descubría que mi Pá también se hace viejito...

3 Comments:

  • Oh oh...

    se multiplican!

    By Blogger Charly, at 1:17 a.m.  

  • El MIRIKON, Ema?! De ese hablais, negrerrima?
    Ciertamente es barato... pero no me parece TAN bueno... digamos que tragar alli es placentero, pero otros lugares (de comida china) producen placeres mayores...

    By Blogger LanthanumHexaboride, at 10:47 p.m.  

  • No no, el Mirikon no me ha gustado. Creo que se llama Hong-Fa. Está enfrente de lo que es el "Casino" de apuestas, atrás tiene al Hospital Chávez, casi junto al Carl's Jr. Es rico y bien barato, tendrás que ir.

    By Blogger Calvin, at 2:19 p.m.  

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