Música 'embuelta' en celofán
Mi tranquilidad reside en las visitas tranquilas de pláticas amplias a casa del R2, en los dogos embueltos con la Rk y el R2, el zumbido del carro haciendo bulla entre los sonidos de la noche de Hermosillo. Ésta ciuda'cita, que de noche está a veces quieta como esperando, a veces dormida con el cejo fruncido y las manos apretadas (a veces sonriente, despreocupada, entregada al sueño), a veces palpitante de sudor, rudeza y familiaridad; a fin de cuentas es todo en su conjunto, y cada ente individual de esta noche pueblerina, lo que me tranquiliza y me pone bien.
Aunque por cierto, ayer discutí una damita: ella tiene una piel tan fragante y mimada, tan coqueta y exigente, que es una proeza quejarse de los quereres sin titubear. Yo estoy bien enamorado de sus ojitos que se arquean cuando sonrie (y que se abren presumiendo una mirada sensual y convincente), pero me revienta la lógica del amor disfuncional; a veces sucede como con la cintillas para quitar el celofán de los CD's nuevos: ahí está, obvia y simple, rozando la yema de los dedos, pero se vuelve extraordinariamente complicado el tratar de quitarla.
Yo creo que por eso no compro muchos CD's.
Aunque por cierto, ayer discutí una damita: ella tiene una piel tan fragante y mimada, tan coqueta y exigente, que es una proeza quejarse de los quereres sin titubear. Yo estoy bien enamorado de sus ojitos que se arquean cuando sonrie (y que se abren presumiendo una mirada sensual y convincente), pero me revienta la lógica del amor disfuncional; a veces sucede como con la cintillas para quitar el celofán de los CD's nuevos: ahí está, obvia y simple, rozando la yema de los dedos, pero se vuelve extraordinariamente complicado el tratar de quitarla.
Yo creo que por eso no compro muchos CD's.
1 Comments:
1 palabra: eaa
By ~ betty_vaga ~, at 7:00 a.m.
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