Medio día en el centro

La güeba que me ata últimamente a la cama por las mañanas es canija; no me ha dejado levantarme a la 1ra llamada del despertador (casi siempre es hasta la 7ma u 8va).

Ni pedo... Salí de la cama.

La intención era levantarme a terminar con los pendientes lo antes posible. Pero el vicio me ha dejado llagado y no puedo evitar dirigirme a jugar Banjo-Kazooie cada mañana, empijamado y con severas lagañas amarradas con persistencia al rabillo del ojo.

Ni pedo... No pasé de Bubblegloop Swamp pero le avancé un buen.

Mi madre se infecta de malhumor cuando tiene que arreglar todo para irse a Tijuana --probablemente salir de la rutina y dejarme a cargo de la casa la estresa--. Me insistía que quería que dejara el Pickup y la acompañara a comprar el boleto del camión para volver a la casa antes de la una de la tarde y, así, comer temprano (eran las 12.30 y yo estaba en la condición de aquel que está entrando en un período comatoso, pre-vegetativo).

Ni pedo... Me eché el pelo pa' un lado y me vestí.

Dejé el Pickup en el taller y me dieron la nota. A la salida del taller, el Arturo me habló. Era para *ri a morprac le greola ed dadvina ed Krial* (...En posts posteriores se revelará qué fue eso).

Caminamos por el centro. Los promocionales de comida afuera de Las Humaredas nos hacía agua la boca. Los frijolitos de un viejito se veían buenísimos. Los elotes quemados recordaban el puestecito de una doña junto a las vías del tren en San Pedro.
Pero pasar por la Parisina me trajo recuerdos irritantes: estar ahí horas y horas agarrado de la bolsa negra de mi amá, tras largas filas esperando comprar tela, oyendo el constante murmullo indescifrable, las miradas despectivas y desesperadas de las cajeras y cortadoras, entre un mar sobresaturado de colores pálidos, cansados, secos, apagados... Era agotante.

Ni pedo... Pero quedó la promesa de volver después al mercado, por el paquete de 3 sustanciosos, gustosos, sabrosos y sazonados tacos de carnita de puerco más una bebida, por un precio excepcionalmente barato...

Dimos otras vueltas por el área cercana a mi casa, buscando algunas cuestiones extras que hacían falta; en el VH yo comí papitas y cacahuates con chile, limón y chamoy, hasta que me quedaron el índice y el pulgar entintados con el colorante corriente (eróticamente rico).

Ni pedo... Es porquería, pero valió la pena.



Ma: "Orita vengo mijo!"
Yo: "...sobres"

Mi madre fué por trabajo y comida. Yo ya estoy en la casa con un blues de Diana Krall... *Chin! Tengo que volver a bajar el disco*


Palabra del día: PantuNfla.- Aberración del lenguaje que está siendo adoptada por la mayoría de la población, haciéndose notar la paupérrima educación y las causas de la deformación lingüística. Por cierto... Es pantufla.