Guadalajara, 11 de Julio (Uno)
Llegamos ahora a Guadalajara después de un largo viaje desde el norte. Salimos el lunes, aunque habíamos planeado salir el domingo, pero un retrasto de tres horas en mi vuelo a Hermosillo rompió con los planes.
El mismo lunes llegamos a Mazatlán como a las cuatro de la tarde, pero los vacacionistas alentaron la entrada y salida de la ciudad; la playa estaba nublada y el ambiente era frío, pero aún así comimos a orilla de la playa, unas tostadas de ceviche y unas micheladas.
Para las cinco de la tarde ya íbamos saliendo a Tepic, Nayarit donde íbamos a pasar la noche. La carretera de cuota estaba en reparaciones y el tráfico por la libre era asqueroso. Aunado a eso, la carretera era chica, sin acotamientos, en medio de forraje vasto, de noche y con un chubasco severamente fuerte; de igual manera la carretera tenía ciertos derrumbes que dejaban rocas en la autopista. Nos encontramos con un accidente que detuvo el tráfico cerca de una hora en medio de la negrura de la noche solo iluminado con luces de ambulancias y patrullas. Así que el trayecto que debía ser de unas cuatro horas terminó siendo de siete horas.
Llegamos al hotel más barato que había en Tepic. Ciento veinte pesos, con cortinas de bolitas que salían hacía la calle. Nuestro cuarto estaba encharcado por el agua del excusado que estaba tapado, así que pedimos cambio a otro cuarto. En el otro no había mosquitero y cuando abrimos la ventana, se oían insectos zumbando entre los árboles. Las sábanas tenían sangre lavada, manchas de cigarros y un color sucio; noche tensa, pero temeraria. Quien sabe cuánta enfermedad venérea andaría por ahí.
Pero dormim0s bien
El mismo lunes llegamos a Mazatlán como a las cuatro de la tarde, pero los vacacionistas alentaron la entrada y salida de la ciudad; la playa estaba nublada y el ambiente era frío, pero aún así comimos a orilla de la playa, unas tostadas de ceviche y unas micheladas.
Para las cinco de la tarde ya íbamos saliendo a Tepic, Nayarit donde íbamos a pasar la noche. La carretera de cuota estaba en reparaciones y el tráfico por la libre era asqueroso. Aunado a eso, la carretera era chica, sin acotamientos, en medio de forraje vasto, de noche y con un chubasco severamente fuerte; de igual manera la carretera tenía ciertos derrumbes que dejaban rocas en la autopista. Nos encontramos con un accidente que detuvo el tráfico cerca de una hora en medio de la negrura de la noche solo iluminado con luces de ambulancias y patrullas. Así que el trayecto que debía ser de unas cuatro horas terminó siendo de siete horas.
Llegamos al hotel más barato que había en Tepic. Ciento veinte pesos, con cortinas de bolitas que salían hacía la calle. Nuestro cuarto estaba encharcado por el agua del excusado que estaba tapado, así que pedimos cambio a otro cuarto. En el otro no había mosquitero y cuando abrimos la ventana, se oían insectos zumbando entre los árboles. Las sábanas tenían sangre lavada, manchas de cigarros y un color sucio; noche tensa, pero temeraria. Quien sabe cuánta enfermedad venérea andaría por ahí.
Pero dormim0s bien
1 Comments:
wakala!!!! NO MANCHES CÓMO DORMISTE AHÍ... fíjate yo puedo dormir casi en donde sea... pero prefiero dormir a la intemperie que un lugar así de sucio.
By ivonne (vakita), at 1:12 a.m.
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