Pues
Vivimos en una época sin esperanza. El hombre busca desesperadamente algo en qué creer y acude a los nuevos gurús. Ni aun el hombre inteligente, de gran conocimiento, por desgracia, está a salvo de formas primitivas de espiritualidad.
La fe apasionada, fanática, en ideas y prohombres (sean cualesquiera) es idolatría. Se debe a la falta de equilibrio propio, de propia actividad, a la falta de ser.Lo mismo ocurre con el gran amor: se convierte en idolatría cuando alguien cree que la posesión de otro da respuesta a su vida, le presta seguridad y se convierte en su dios.
El amor no idolátrico a una idea o a una persona es sereno, no estridente; es tranquilo y profundo; nace a cada instante, pero no es delirio.No es embriaguez, ni lleva a la abnegación, sino que nace de la
superación del yo.
5 Comments:
wow!! palabras sabias y lindas
By ivonne (vakita), at 1:15 a.m.
mmmm pues ME ENCANTO! =)
By Marali, at 8:14 a.m.
¡Jajajajajaja!
By R2, at 1:04 p.m.
Muy acertado el tal Erich Fromm, sobre todo en el segundo párrafo.
Y creo que el hombre "inteligente", que se apoya en su propia prudencia, es el más propenso a caer en formas primitivas de "espiritualidad", pues le falta la sabiduría, y esa solo proviene de DIOS.
By Javier Villanueva, at 1:18 p.m.
- Cierto, una cosa es "idolatrar" pero sin llegar a esos excesos yo si creo en la postura de "defender nuestros ideales", eso define nuestra personalidad e inclusive nuestra identidad (hablando de aspectos como el apego o el amor a la patria por ejemplo).
¡Me encantaría saber mas de sus opiniones tambien en mi BLOG, los invito!:
www.lysandermix.blogspot.com
Atte: Lisandro Contreras.
By Anónimo, at 4:13 a.m.
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