Caldo de cultivo

14.2.05

Abajo, R, Arriba, L, Y, B.

Ahora me la pasé bien erótico.

Ensayo, risas, carnita asada, bailongo sabroso y llegar tranquilo a la casa.


Solo que traigo esa nostalgia por el estrit faiter dos, por el abuket y el tatatatiuget (a güebo que el Ryu era la mera mata y quien diga lo contrario está tarado).

Esa sensación...

La palanca grasosa junto a los seis botones chasqueando. Los puñotes y la sonrisa de imbécil del Balrog. El choriuken con el que el Vega, de mayitas, pelo güero y amariconado, caía de espaldas con el "ooh! ooH! oooohh!" rebotando en cámara lenta dos veces, y al terminar de caer salía la ínutil puntuación que nunca importó realmente. El maricón del Sagat que se alejaba a tirarte su podercito sin parar, y que se acercaba a recibirte con un patadón en la chompa (casi siempre me hacía continue). Hacer la 'u' con el botonazo veloz y la certeza de que el Bison se la iba a pellizcar ésta vez -pero casi siempre era bien rápido y me llegaba a matar alguna vez-. Las manos sudadas y la sonrisota decepcionada por los asquerosos finales de cada uno.

Creo que el Blanka siempre me impresionó, pero hasta la fecha su nombre me causa cierto desconcierto; si lo pienso bien, se llama igual que la amá del Charly y eso me causa cierto ruido (me perturba imaginarme al Blanka, tan eléctrico, verde y poderoso, con el peinado de la amá de Sharly preparando galletitas de germen de trigo con el Anselmo... Blankita de Hernández? Dios... mi niñez casi se esfuma).

Por otra parte, no sé cómo había gente que usaba al retrasado del Dhalsim; siempre que lo usaba me hacía apagar el Super Nintendo por su irritante lentitud. Y ni se diga del enorme animalón del Zangief, que con tal tamaño ni los abukets podías brincar.

Al Honda yo le tenía cierto respeto -creo que porque siempre me quedé pensando que escondía el secreto de que este panzón se pudiera meter a la tina de su mundo-. Después recuerdo que dejé de creer en la intrigante leyenda de la tina con una decepción tal como cuando me enteré de que uno no podía correr más rápido solo por tener tenis de carrito. Aunque bueno, el Honda tenía el golpe de las manitas rápidas -bien fregón-.

La Chun-Li me gustaba por bonita ^^ ...aparte, su tatatatiuget al revés y sus chonguitos eran la mera sensación.

El Ken nomás se justifica en la historia pa' poder tener mercado racista (y da la casualidad que el güerito con su Ferrari rojo se llamaba igual que el 'jale' de todas las barbies güeras).

En lo que respecta al Guile, su patadita pa' arriba (la fabulosa medialuna) no ha podido ser superada por ningún otro moviento de cualquier otro juego. Eso lo hacía casi tan elegible como el Ryu, a pesar de tener una historia tan -pero tan- gringa como lo era la muerte de su amigo Charlie en la guerra (Charlie? Blanka? Creo que hay alguna conexión aq).

Ay la nostalgia...

2 Comments:

  • jajajajajajajajajajaja........

    ay, ke rica risa.

    El blanka con el peinado de mi mama es una imagen tetrica.

    Que dias aquellos ema, donde me la pasaba todos los fines de semana en tu casa jugando supernintendo, futbol y andando en bici...

    By Blogger Charly, at 6:16 p.m.  

  • Dejaras de ser wacho, ¡te la pelas en el SF2! (Entre otras cosas).

    Y la de la Chun Li se llama Spinning Star Kick.

    A mi me causaba gracia ver a los morritos con uniforme y bigote puberto en las maquinitas del Fantasy emocionados tratando de verle una chichi a la Chun Li.

    By Blogger R2, at 7:13 a.m.  

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