Como el licuado

Creo que ya puedo comenzar de nuevo; este cuate me dijo que ya mejor me borrara el blog o que me pusiera escribir.

Y como no lo puedo borrar, porque se me jode todo, pues sigo escribiendo.

..Ahí va:

1. Hay historias que me cuentan de las colonias más duras -Sierra ventana y "La indepe"- que hacen que uno diga auch: a uno le dieron con un machete en la cara, otro se quedó tonto por un martillazo en la nuca y a uno que no tuvo nada que ver con nadie se lo agarraron a patadas en el suelo y al final lo remataron con un tabique en la cara. Ninguno se murió, pero ninguno ganó la pelea, supongo. Las calles parecen las favelas de Río.

2. Una argentina cincuentona, que conocí hace poco en la colonia Roma, es modelo todavía, excelente fotógrafa, insuperable feminista y admirable cocinera. Va a iniciar un negocio de choripan con lo que quiere dejar su legado argentino en este país y a mí me suena a cuento de Carlos Fuentes.

3. Ahora al salir de mi casa para ir al trabajo no estaba mi carro donde lo dejé. Después de buscar un rato, lo encontré dos calles abajo. Al parecer aquí, cuando re-pavimentan por la noche la grúa mueve todos los carros de la calle para que no estorben. Lo divertido comienza en la mañana, cuando todos los vecinos salen a buscar sus vehículos por las avenidas y los que no los encuentran, entonces pueden ya reportarlos como robados finalmente.

...Le seguimos luego.