Clin

A ver. Voy a hacer una pausa. Pero no una pausa de tiempo, porque he escrito escaso y poco frecuente.

Quizá es que me pareció tirano que Megared (¿no debe ser MegaRRed para que se lea como se pronuncia?) por sus pistolas no permitiera que mis posts, y los de n número de desenvueltos bloggeros, no pudieran tener más extensión que un párrafo (podían ser varios, sí, cortitos) vulgar y mediocre.

O podría ser que me uní a la fuerza laboral como ente supuestamente productivo y dejé a un lado responsabilidades morales como la cultura y el esparcimiento social.

Entonces bien, medité un poco después de leer a la Sylvia Aguilar, entendiendo que por su parloteo, facundio y relajado, jugar nintendo debía ser, para mí, un placer irremplazable y parrandear más seguido, una regla, para así tener un móvil para escribir algo más que quejas laborales.

No es esto una promesa de mejorar la calidad de este lugar, pero sí un intento de exprimir más fuerte lo ya exprimido y mejorar más lo ya...

...mejorar nada más. No sé qué, pero algo mejorará.