El derecho a la irreverencia (Fragmento)

¿Hay en el mundo musulmán sectores suficientemente sensatos para medir la desproporción flagrante entre las viñetas y la casi declaración de yihad o guerra santa contra Occidente desatada a raíz de aquellas caricaturas?

Frente a la tiranía de los fusiles y las bombas, y la convicción de que todo el que no ajuste su conducta milimétricamente a lo estipulado por el Corán puede ser castigado de manera implacable, es comprensible que esos sectores moderados (Francia, Dinamarca y Noruega) guarden silencio, repriman su rechazo o indignación frente a la barbarie que los rodea, y parezcan consentir y plegarse a las minorías fanáticas.

Gesto perfectamente inútil, por lo demás, porque los gobiernos de las dictaduras y satrapías que protestan (líderes religiosos musulmanes) no quieren excusas, sino que el escándalo y las movilizaciones contra “el complot” duren lo más posible, pues así distraen con un enemigo exterior a las desdichadas masas a las que mantienen en el hambre, la explotación y la ignorancia.

© Mario Vargas Llosa, 2006. © Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Diario El País, SL, 2006