Caldo de cultivo

19.1.06

Crónicas de Animal Planet

Durante el apareamiento, el macho se muestra firme y ergido, hinchando su caja torácica constantemente como símbolo de masculinidad y realizando acercamientos tentantivos, acompañados de gemidos roncos y una dilatación de pupilas, a fin de descubrir su presencia ante la hembra.

En las llanuras más pobladas por machos, la hembra se muestra distante, hasta cierto punto arisca y desinteresada, formando grupos de su mismo sexo como símbolo de protección, esperando hasta el momento en que el macho se da por vencido y vuelve a su hogar. En ese instante, la hembra se despega del grupo y sigue al macho hasta su madriguera, buscando hurtar alimento y techo, si es que el hoyo es suficientemente grande para sus necesidades. En caso de que así sea, copulará con el macho y posteriormente entrará en un proceso de transformación como resultado del apareamiento exitoso: su cuerpo comenzará a tornarse más blando, aumentará su peso hasta tres o cuatro veces y su pelaje cambiará de color cada par de meses.

Finalmente, cuando la madriguera se vuelva insuficiente para el tamaño que ha adquirido la hembra, luchará con el macho por el territorio. En caso de perder la pelea, clavará su ponzoña, pidiendo carro, spa, ropa nueva y accesorios carísimos, cada quincena, debilitando al macho hasta que muera algunos años después.

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