Caldo de cultivo

8.5.06

Ures

La vida de pueblo es tranquila y casera. El de los tacos y tamales le preguntó a ella porque se había quitado la flor sobre su oreja, después de haberla visto, horas antes en la plaza, coqueta y fresca. A nosotros nos preguntó si nos había aburrido Radio Pueblo y veníamos a canjear aburrimiento por empacho.

La central de camiones sólo estaba llena por la gente que había bajado del camión; de no ser por el evento en la plaza, la docena de sujetos arribando hubiera sido el momento de mayor congestión en el pueblo. Todos hablan quedo, como respetando el silencio; sólo se oyen nuestras voces y el aire con olor a tierra y estiércol sutil rozando las esquinas como suspiro de barrigas duermientes.

Los niños le llaman morro a todo sujeto menor de treinta y cinco y doña a toda señora arriba de cuarenta. Cualquier otro es conocido y se le llama por su nombre o su actividad.

Todos saben quién tiene los caballos, que el de los raspados sabe quién trae las llaves del palacio, que en el pueblo contiguo hay un evento, que unos jóvenes se están quedando unos en el museo y otros en la hacienda, y que en "la tienda" lo encuentras todo.